lunes, 8 de diciembre de 2008

Enfoque Gorg

”Preferiría que nunca te hubiera encontrado.”

 

Esto le dijo un día Jorge Simón a su antiguo amigo imaginario, Gorg Rublinky, el día en que cumplió 10 años.

 

Tiempo atrás, Jorge Simón nunca se hubiera imaginado que algún día le llegaría a decir tal frase.

Jorge Simón y Gorg Rublinky eran mejores amigos. Jorge siempre le contaba todo a su amigo imaginario, que era justo igual que él. Ambos tenían el mismo aspecto, la misma forma de pensar, y la misma edad, sólo que Gorg salio de la cabeza de Jorge años después de nacer.

Para Jorge, Gorg Rublinky era su hermano gemelo que nunca existió. Era esa persona que nunca faltó cuando lloraba debajo de las cobijas para que nadie, excepto Gorg, lo escucharan. Eran de esas personas que estaban a tu lado cuando en la noche te había despertado un ruido extraño y tenias miedo de que fuera un ladrón o algún monstruo extraño, y esperabas despierto a que alguien llegara y te dijera que era solo el viento, que no era real. Era de esos que te acompañaban caminando en el pueblo cuando nadie mas lo quería hacer, o simplemente todos estaban lo suficientemente ocupados como para no hacerlo. Era el que te decía en el oído que hicieras la tarea de la escuela por que al día siguiente el maestro, que tanto odiaba, lo iba a  recoger. Gorg Rublinky era de esas personas que pensabas que nunca te dejarían, y que estarían con tigo cuando, por primera vez te abrochaste las agujetas por tu cuenta, o cuando anduviste en la bicicleta con mucho miedo y después de un buen rato, no te caíste. Era aquella persona que te salvaba si te caías en la alberca, o esa persona que te decía consejos sin que te dijera palabras que no entendías. Pero esta persona no existía. Era tan solo producto de la mente de Jorge, tal vez a causa de la falta de amistades o el exceso de imaginación en su cabeza.

Jorge Simón encontró a Gorg un día de soledad, no recuerda hace cuantos años, un día sonó con él y simplemente lo encontró en su cuarto en la mañana siguiente.

Desde entonces Jorge le contaba todo a Gorg, que para él, era su hermano gemelo, su otro yo, o tal vez un clon invisible para los demás. Jorge Simón, como Gorg, eran iguales de flacos, ambos tenían el pelo negro y corto, y cuando la madre de Jorge lo peinaba, Gorg se reía de él por que Gorg se quedaba despeinado, como le gustaban a los dos. Pero su madre obligaba a Jorge a peinarse para ir a la escuela por que así, "mostrabas elegancia a los maestros y a tus amiguitas" sin embargo para esta edad Jorge no sabia nada acerca de la fuerza de atracción entre sexos opuestos, y peinarse para impresionar a la gente se le hacia patético.

A veces Gorg se portaba bien, otras veces… no tan bien. A veces le sugería a Jorge que se robara la pluma de gel de colores de su compañera del salón o que en el recreo rayara el pizarrón con los crayones de su clase de dibujo. Pero a veces también le decía, por ejemplo, que bajara los codos de la mesa, o que cerrara la boca al comer. Jorge sabía, que tarde o temprano, sus papás lo corregirían, pero prefería que lo hiciera primero Gorg. Cuando Jorge se iba a jugar al parque que estaba por su casa, Gorg siempre le ganaba el columpio que a él siempre le gustaba, por que Gorg corría mas rápido que Jorge, y al final Jorge solo se subía a la resbaladilla y esperaba a que Gorg se cansara de andar en el columpio. Pero con el pasar del tiempo Jorge se dio cuenta que podía mandar a Gorg, y este le hacia caso. A veces le decía a Gorg que se fuera a su cuarto mientras él iba al baño, o que se fuera al patio a jugar con el perro mientras Jorge platicaba con su nueva amiga de la escuela por teléfono. Fue entonces que Jorge se dio cuenta que le empezó a gustar su nueva amiga, y Gorg lo notó, pero no lo quiso aceptar. Le decía que eso era cosa de grandes y que eso no existía. Incluso Gorg a veces le gritaba que besar a una niña era tan asqueroso como besar a un sapo grande y feo. Fue entonces que, en el décimo cumpleaños de Jorge, le dijo adiós a Gorg.

 

“¡Tú no eres nada sin mí! ¿Quien te dará consejos? ¿Quien te recordará hacer la tarea, o borrar el pizarrón antes de que llegue el profesor para que te felicite y tal vez te suba puntos en la calificación? ¿Quien te dirá que esto esta mal, que esto esta bien, quien estará ahí cuando llores por que te pegaste en la rodilla, o por que simplemente nadie te quiere escuchar? quien te abrazará cuando saques diez en matemáticas o... ¡no se! ¡Ya me canse de ti, de que me ignores o que a cada rato me estés mandando y pidiendo cosas! ¡Me iré lejos de ti, y sé que con el tiempo te arrepentirás!”

 

Esto le dijo Gorg a Jorge en la mañana de su décimo cumpleaños. Jorge no le contestó, y entonces, Gorg desapareció. Jorge sabia que Gorg se arrepentiría de lo que le dijo, y pocos momentos, o tal vez días, Gorg regresaría.

Pero no fue así. Gorg no volvió, se fue muy lejos, y no sentiría culpa o rencor de lo que hizo, por que al final, el afectado sería Jorge. En la noche, mientras intentaba dormir, Jorge se dijo a si mismo, consiente de que estaba solo y de que nadie lo podía escuchar:

 

“Puedo sobrevivir sin ti. Tal vez no estés tú, pero por lo menos estoy yo. Tal vez se me olviden hacer las cosas, pero no puedo depender de ti para siempre. Además, ahí están mis hermanos que me molestan, o mis padres que me quieren, y ahora me doy cuenta que también tengo amigos. De esos amigos que les pegas y te la devuelven mas fuerte, o de esos amigos que les puedes ganar cuando corres por la pelota, o de esos amigos que están a tu lado y no eres el único que los puede ver. A ellos los mantendré cerca, siempre. Por que tú, tú al final fuiste el otro yo que nunca existió, y que bueno que no existió, por que no lo hubiera aguantado. Tal vez por eso te fuiste, tal vez por eso te borré.”

 

Ahora Gorg estaba solo, pero no estaba preocupado. Él podía regresar del mundo de donde nació. Ese era un mundo bello, tal vez con monstruos y brujas malas que quieren matar a princesas con manzanas envenenadas, o donde había hombres lobo que en la noche podrían llegar a tu casa y comerte. Pero por lo menos no había gente que mataba a gente con bombas y nubes de fuego, o gente que peleaba hasta morir por un país, o gente que expulsaban a sus hermanos imaginarios de la realidad.

 

Gorg llegó a su mundo imaginario, ilusionado de saber cuantas aventuras viviría, peleando entre planetas, explorando el fondo del mar, cazando estrellas fugaces, domando grandes dinosaurios o hablando con animales fantásticos. Pero al ver su mundo, a primera vista, era justo igual que el mundo de Jorge. Tenía los mismos padres, iba a la misma escuela, tenía la misma casa y vivía en el mismo lugar. Pero ahora le tocaba a él hacer sus propios amigos. Fue entonces cuando conoció a Flora, Nastar, Aureliano, Isaac y Ardoman, compañeros suyos del salón, que pronto se convertirían en sus mejores amigos. Gorg no dormía, se dio cuenta que en la noche es donde pasaba lo más mágico. A veces a Flora le salían tentáculos, o las estrellas empezaban a caer, entre miles de cosas que Gorg no se imaginaba. En la mañana siguiente, era la rutina de siempre. Despertaba, no desayunaba ni se bañaba, pero sin embargo nunca tuvo la necesidad de hacerlo, siempre estaba limpio y nuca sentía hambre. Con el pasar de los meses, su mundo empezó a tener mas cosas impresionantes, un día en su árbol de navidad encotró a santa, y luego en la noche de brujas, las personas ya no tenían mascaras... Ahora eran monstruos de verdad, había brujas que volaban en el cielo, y fantasmas que se deslizaban entre las calles, y en la noche había zombies que caminaban por el cementerio, y luego llegaban conejos gigantes de muchos colores y dejaban huevos de gallina escondidos entre los árboles, y a veces adentro de los huevos habían globos o salían payasos. Luego, por unos meses, antes de anochecer, sonaba en su cabeza una historia, acerca de un niño mago que iba a una escuela de magia, y algunas noches soñaba con el, y su mundo. Y como cada vez al año, iba a visitarlo santa clos y meses después el conejo y luego llegaban pavorreales que hablaban y soldados que perseguían a indios, o juguetes gigantes de naves espaciales que combatían en la galaxia con extraterrestres y, a veces llegaban monstruos pequeños que podías domesticar y que cada uno tenia un poder especial. Uno podía escupir electricidad, otro escupir fuego y otro escupir plantas o mariposas. Pero un día, un día que no fue tan mágico, se graduó de su primaria. Y se despidió de sus amigos. Después de unos días, sus papas lo llevaron a otro planeta muy lejos  ahí, era un planeta donde la gente era blanca y hablaba lenguajes muy extraños, y luego visitaba una torre gigante de metal donde, en la cima, podías ver los planetas moverse, o saludabas a alguna nave espacial que pasaba. Luego veía a cuervos gigantes volar sobre esta cuidad extraña y aterrizaban sobre edificios que estaba a punto de caerse, y un día, simplemente regreso a u casa. Pero ahora las cosas se vean más grandes. En especial su cama, su ropa, su casa, su bicicleta, sus zapatos, entre muchas otras cosas.

Sabia que era hora de ordenar las cosas, y así hizo todo a su medida.

Pasaron los días y entro a la secundaria. Ahora tenía nuevos amigos, como Legna y Tily. Y su amiga de la primaria, flora, también estaba ahí, con el, en las extrañas clases que había en la escuela. Un maestro era un reno, y los compañeros del salón nunca le entendían. Otro maestro solo hablaba puro blah blah blah, y otro solo escupía números y signos. Pasaron los meses y seguían pasando las mismas grandes cosas mágicas, como navidad, noche de brujas, pascua, y, el día de su cumpleaños recibía grandes regalos, como un carro o una nave espacial, un piano viejísimo, o le regalaban viajes a otros países... entre muchas, muchas cosas. Su vida era muy feliz, y no se arrepentía de nada. Excepto tal vez, no haberse ido antes de ese horrible mundo de la realidad. Gorg a veces se preguntaba que hacia Jorge. Hasta que ese día llego.

 

Una noche antes de su cumpleaños, que no recordaba cuantos años ya habían pasado desde que dejo a jorge. Se le apareció. Todo se volvió negro, y Gorg se encontró frente a Jorge, como si fuera uno espejo del otro. No había nada a su alrededor mas que oscuridad, solo estaban ellos brillando como una estrella en el cielo nocturno.

 

¿Que haces aquí? ¡Este no es tu mundo! ¡Vete a tu mundo de la realidad! eh estado estos años muy feliz sin ti... eh echo amigos, no se si imaginarios o de verdad, en mi mundo no hay distancia entre el sueño y la realidad, ni entre lo imaginario y la falsedad, entre lo natural y lo artificial, ¡todo aquí esta bien menos tu! Cada noche pasa algo increíble en mi vida, ¡y esta noche no iba a ser la excepción!

 

Entonces, Jorge le contesto.

¿Es acaso esta masa de oscuridad tu mundo? no lo creo, por que tal vez para ti cada noche que vives es tan solo un sueño para mi. Y si, a pesar de que estoy plenamente conciente de lo que digo, también estoy plenamente conciente de que esto es un sueño. Hace mucho que no te recordaba Gorg, desde que te fuiste las cosas mejoraron y empeoraron a la vez. Cuando te fuiste tu se fueron muchos de mis sueños, fantasías y creencias. Ahora, en mi mundo, en unas horas cumplo 18 años y seré mayor de edad. Eso quiere decir que dejare mi infancia atrás, te dejare a ti, a pesar de que estuviste en los rincones más oscuros de mi mente.

 

Gorg se quedo callado por unos segundos. Entendía todo. Lo que Jorge dejaba de creer en la realidad, se perdía entre la fantasía de su mundo que nunca existió, del mundo en que decidió vivir Gorg. Tantas cosas que vivió, tantas cosas que hizo, planeo, viajo, preparo, gano y aprecio, fueron tan solo desilusiones y sueños rotos que Jorge había tenido en su realidad. Tal vez en la realidad las cosas no andaban bien. Tal vez era otro ser humano normal. Con sueños rotos y algunos hechos realidad. Gorg, después de analizar, dijo:

 

Tal vez tienes razón. Mi vida es todo lo que no es la tuya, todo lo que fue y sueñas ser. Pero... ¿y que pasara ahora? ahora tendrás 18 años... ¿significa que dejare de existir?

 

Antes de que Jorge contestara, un reloj gigante apareció mostrando las 12:00, y entonces una alarma de reloj inundo el lugar, la oscuridad de desvaneció y la historia  se dividió en dos otra vez.

Poco a poco el mundo de Gorg volvió a aparecer, justo como era antes, igual de raro. Igual de imposible. Pero ahora Gorg ya no sentía su mundo tan feliz, por que sabia, que al final de todo, su mundo no era real, al igual que el. Pero con el tiempo, se dio cuenta que ahora no tenia límites, podía hacerse pequeño de nuevo, tener 10 años otra vez, tener 15 o tener 6. También podía hacerse rey del mundo, y gobernar a todos los que vivían ahí, y, ¿por que no? ser rey del universo, vencer a toda la maldad y sus enemigos eliminar. Descubrir cada rincón del mundo, viajar al fondo del mar y cavar sobre una estrella fugaz. Multiplicarse mil veces, provocar una tormenta, caer como un cometa a la tierra, nadar sobre los anillos de Júpiter, y tomarse la vía Láctea en un vaso de cristal.

Pero pasaron los años, y ya nada era nuevo. Conocía todos los colores, tamaños, sabores, olores y personas. Ya no había enemigos a quien enfrentar, ni reinos a quien gobernar. Ya no había rincón donde explorar, ni canción que escuchar ni pastel que probar. Ya no había nada bueno ni nada malo, y el tiempo era solo un granito de arena. Ya nada podía hacer mal, por que ya no había nada por hacer bien. Ya no tenia limites, podía volar, pero ¿a donde? paso mucho, mucho tiempo, Gorg no supo si tan solo una tarde o diez mil años, pero Gorg entro en pánico y desesperación. Quería volver a sentir que era eso de la realidad, que era tener un cuerpo que te limitara del resto de la energía que hacia el universo, quería sentir tener padres, quería sentir tener que levantarse temprano en la mañana para ir a la escuela y que te dieras cuenta que no hiciste la tarea, quería probar esa sopa que te hizo vomitar horas después, quería sentir que era casarse con una mujer, y tener hijos a que ponerles nombres y comprarles juguetes. Quería sentir que era tener una mascota que cuidar. Hasta tal vez, quería sentir que era el inventar amigos imaginarios y devolverlos de donde salieron. Decidió a volver a buscar a Jorge, entre los libros, entre sus amigos, entre los recuerdos de sus viajes, de sus aventuras con las brujas y los dinosaurios, entre las gotas de la lluvia que creaba, entre todos los espejos, pero nunca lo vio.

 

Entonces, en un momento de tanto color, de tanto ruido, de tanto movimiento, paso.

 

Gorg abrió los ojos poco a poco, y vio una luz muy fuerte. Poco a poco se dio cuenta que estaba en un cuarto blanco, y que enfrente de el había una camilla, donde había un anciano que al parecer, dormía. Estaba conectado a muchos tubos y cables, donde llegaban a frascos con líquidos de colores y maquinas que hacían sonidos extraños. Después de un rato de contemplar el lugar, y de darse cuenta de que estaba en una especie de hospital, se dio cuenta que el anciano que estaba en ese cuarto abría los ojos.

 

Gorg? oh... no puede ser. si eres Gorg mi hermano! pero si te vez tan joven... que afortunado seria yo si tuviera tu edad, hace mucho que no se de ti mi querido hermano! aquí en la realidad han pasado demasiadas cosas sabes? cosas que a lo mejor hubieran sido un poco mas dulces si hubieran sido a tu lado, pero siempre Simón el caprichoso... pobre de ti que te deje en la perdición! o por cierto, cuando te miré en mi sueño, decidí cambiar mi nombre, ya no me llamo Jorge, ahora solo soy simón. Y desde entonces mi vida cambio mucho querido, no sabes cuanto. Ahora estoy aquí, dependiendo de estas maquinas y sin nadie que me visite, un día mis hijos y mi esposa decidieron dejarme en un hospital psiquiátrico, y yo enloquecí. Les dije que los locos eran ellos, que yo estaba perfectamente bien, pero no me hicieron caso, y por ahora solo me dijeron que tengo una enfermedad mental terminal, pero no me quieren decir cual. que chistosa es la vida no? cuando te abandona la gente de verdad, ¿quien viene a acompañarte? pues tu mas fiel amigo de la infancia! con ese que cavaste un hoyo en el jardín y pensabas que habías llegado el otro lado del mundo o que habías encontrado un tesoro de un barco hundido hace miles de años! te echo de menos mi querido hermano, mi clon, pero mírate! estas tan lleno de vida, tan joven, tan fuerte.... ¿por que lloras?

 

“Preferiría que nunca te hubiera encontrado.”

 

Le dijo esta vez Gorg Rublinky a Jorge Simón, por primera vez en su vida imaginaria estaba llorando, pero no era porque que el quería, era por que su creador, Jorge, estaba llorando también, pero tal vez el no se daba cuenta. Entonces llego una enfermera y le inyecto algo en el brazo. Gorg trato de impedirlo, pero no lo pudo tocar. Por un momento olvido que no era de verdad.

Jorge a los pocos segundos volvió a dormir, y su ritmo cardiaco volvió a calmarse. La enfermera se fue, y de nuevo, como al comienzo, Gorg se encontró contemplando a ese anciano dormido, pero ahora conciente de quien era. Entonces, sonriendo con lágrimas en la cara, tomo una taza de café imaginaria, se sentó en la silla de visitas, y espero a que muriera Jorge, a que murieran los dos.

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