sábado, 26 de diciembre de 2015

Carta a Amauri I

Lo que ocurre, señor Amauri, es que me permití tener el tiempo para gastarlo en ocio, hasta cansarme y entonces tener la voluntad suficiente para levantarme de la cama lentamente, y buscar pluma y papel para escribirte. Y yo estando desnudo. Porque vaya, una piedra como yo no tiene tiempo para el pudor.

Sepa usted y lo repito constantemente: me encuentro ampliamente agradecido con usted. Repetí la terminación "-mente" y la palabra "usted" en una sola frase. Qué vergüenza. Y definitivamente no me gusta el formato de esta hoja. Es demasiado pequeña y tienes

                                                              que voltearla para terminar de leer. Pero bueno, es lo que hay y en estos momentos como estos uno no puede terminar siendo caprichoso. O sí. O no.
Pues ya, quería escribirte. Y aquí estoy. Haciéndolo. Obviamente. Y nada, el mensaje es el mismo de siempre. Te quiero y te agradesco todo lo que me has dado. A pesar de que de darte nada para ti sea el recibir todo. Ya no lo creo.

Anoche vi la de Dancer in the Dark, y me acorde de ti en un texto expuesto antes de los créditos. Disculpa mi ortografía y mi terrible letra. Cuándo desayunamos?

- Simón

domingo, 6 de diciembre de 2015

Hora dorada después de los abrazos rotos.


Ya no sé que escribir. Están llegando los primeros días de Diciembre y con ellos regresa ese frío que habíamos olvidado. Hoy me cortaron el cabello y no me gustó el resultado. Mañana tengo presentación con los del trabajo y los desvelos de la semana pasada han ahuyentado un poco mi emoción para presentar al cliente. Y ayer, pues ayer tuve una mañana y una tarde bastante placentera. Fue lindo, de esos momentos que no quieres que terminen. No sé que esté pasando realmente, pero no me importa. Es algo que se disfruta y fluye en ambos lados, y con eso nos quedamos.

"Me gusta oler a ti"


jueves, 19 de noviembre de 2015

Cartas a Diego, III

La tercera parte: la carta que no te di
Curioso cómo todo inició con una obra, y terminó en la misma.



Diego Bonito, Diego del alma.
Te regalo mi fuerza, para que atienda los deseos que quedaron pendientes. Te regalo mi somnolencia, para que alejes a los demonios que te rodean. Y te regalo mi desnudez, para que construyas en el un puente cuando el tiempo sea el adecuado. Te regalo mi silencio, te regalo mi ausencia. Que toda esta generosidad se mostrará en el volumen de tu brillo.

Un día aprenderé el porqué de algunas cosas. Intento aprender cómo camina tu corazón, dejándome llevar por lo que los días me quisieron dar. No te preocupes por el mío. Mi coraza es de oro.

Te pido flaco, que aprendas a escuchar la noche. Yo no pienso tragar mis dolores. La dicha de serte honesto y transparente se volvió piedra. Te la di en tus manos hace unos meses. Era de noche. Y pues, aún después de todo esto, me sigo preguntando: ¿Dónde estabas cuando te pensaba? ¿Dónde estabas cuando dormías a mi lado y yo no podía soñar? En fin.

Me quedé dormido escribiendo esta carta. Quizá las palabras se cansaron de esperar. Y aunque parezca extraño, te salivo y te quiero devorar. No olvides que en tu silencio habita el mío, y si no sabías esto para estos días, quizá no me conoces tan bien.

Espero que el viento te enseñe a reconocer que hay daños que te hacen crecer, y que para que sane la herida hay que dejar de tocarla. Porque en esta demora de amor, yo imploro paz para esperar. Yo imploro paz para esperar. Yo imploro paz.

Te mando besos de agua para que calmen tu cuerpo y tu alma, y dejo este espacio en blanco por todo este mar de incertidumbre que necesita respirar.






Valora y agradece lo que tienes, y lo que eres.

martes, 3 de noviembre de 2015

estos días


No he hablado mucho con la gente durante estos días, y me pongo a hablar con migo mismo. Estos días de temblores emocionales, de incertidumbres y otras cosas que no había volteado a ver desde hace mucho tiempo. Y me pongo a pensar desde mis adentros, cómo es que caímos en esta situación?

He estado muy cansado, de muchas cosas. pero no se trata de quejarse sin hacer nada. No me puedo quejar de algo que puedo cambiar. Aún así creo que ya no depende tanto de mi. No sé no sé no sé.

A pesar de eso, son de esos lindos atardeceres de noviembre. Paseo por reforma en bicicleta de noche y se siente un aire muy liberador. Trato de no pensar en ti y limpiar mi mente. Que no porque tengas frío yo tengo que prenderme en fuego.

Necesito tener las cosas claras y crear un verdadero armisticio entre tu y yo. Ésta es la última canción si permitimos que así sea. Pensé que ya lo sabías.

Mucha luz


El 1ro de noviembre fui a visitar a mi abuela. No la había visitado desde su entierro, hace más de dos años. Decidí (quizá por voluntad ajena) ir solo. Tardé un poco en encontrarla ya que el panteón Jardín es muy grande. Pero llegando, y al encontrarla, salieron las lagrimas en automático. Le lloré mucho. Le dije que la extrañaba, y le agradecí por muchas cosas. Como símbolo personal, sequé mis lágrimas con dos cuarzos, uno para cada ojo, y los dejé sobre su placa. Me sentí liberado de muchas cosas. Y de alguna forma me dio mucha fuerza. Cómo te extraño, Luz.
Nunca me contaste de las cosas que te hacían fuerte y las cosas que te debilitaban

domingo, 1 de noviembre de 2015

Me he encontrado en un silente sufrimiento. una hemorragia interna que se siente como piedra del infierno. Un silencio, el más violento, que resguarda muchas penas y frutas secas. Que por confiar en las coincidencias los surrealistas no vieron la virtud del olvido en mis adentros.
Y pensé, hace mucho que no lloraba por estas cosas, las simples cosas. Hace mucho que la soledad no me jalaba de la otra mano. Por eso estoy así, en mi yo más vulnerable y flor de invierno.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Cartas a Diego II


Géminis en enfoque automático.

Culpo a la miopía de mis sentimientos que de alguna forma elevo mis brazos, y con la brisa en demora, te cuenta sin pudor todos mis secretos.

Y es que con tantos giros en estas manecillas he notado levemente cómo las hojas regresan a su ramo y yo me quedo con la incertidumbre de saber si éstas columnas siguen de pié
Que el diablo frecuenta soledades y nostalgias, y las amarguras llenas de pena se dilatan sobre las sábanas. Es ese el momento en donde la angustia me mueve de piedra a humo entre los recuerdos. Entre las distancias.

Que te extraño, carajo. Te lo digo desnudo porque a pesar de haberlo estado siempre, la brisa es fría y pesada.

martes, 13 de octubre de 2015

Cartas a Diego I

Delgado de luna mía

Cómo me gusta mirarte a los ojos,
cómo me gusta quizá inventándolo desde
mis adentros, que tus ojos
sonríen cuando los veo,
como un efecto de espejo
y no de espejismo,
me invento mil razones
pero sé que la más importante
es la que confirmo
cuando sonreímos
al mismo tiempo.

Cuando me doy cuenta
que la fascinación arde
como fuego de noche
y se extiende
en nuestras manos.

Chingado
que desde que dormimos juntos
no paro de soñar despierto
y me llamo a mi mismo
lunático
pero en verdad exclamo
que al acostar mi somnolencia
en tu espalda,
la luna
se vuelve almohada.

lunes, 24 de agosto de 2015

nostalgia is a liar. nothing was ever as good as you remember it to be. there’s a reason you don’t talk to that person anymore, there’s a reason you’re not part of each other’s lives. don’t trust nostalgia. grieve. reflect. move on.

viernes, 31 de julio de 2015

Carta a Cynthia

Ayer fue una noche intensa para mi también. Le culpé a la Luna. Hace mucho que no hablamos de confidencias, pero entre tanta ansiedad que pasé anoche, me dieron muchas ganas de marcarte. No sé porqué no lo hice, igual y nos hubiéramos ayudado uno al otro. Si, cuida ese corazón, cuida ese corazón... he llegado al punto en que tal vez, sólo tal vez lo estoy cuidando demasiado. No lo sé, la incertidumbre me ahoga alguna que otra noche.

Y ahhh, el pasado, con tantas ataduras que marcan la piel. Ayer sentí muchos yo del pasado, muchos yo en mi presente, y fue algo inquietante. Amiga, espero te encuentres bien. No estas sola.
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida.

lunes, 13 de julio de 2015

I saw you at the station




You had your arm around what's-his-name
He had on that scarf I gave you
And you got down to tie his laces. 

You looked happy and that's great,

I just miss you, 
that's all.

sábado, 11 de abril de 2015

Los 7 sueños

1. Terminar mi educación básica, conseguir mi titulación 2. Vivir independientemente alejado de mi ciudad natal 3. Conseguir un trabajo que amo 4. Moverme de ciudad, constantemente 5. Crecer en mi profesión y encontrar estabilidad económica 6. Ser reconocido y hacer todo esto, acompañado de alguien 7. Encontrar paz.

martes, 7 de abril de 2015

Sí.

"Esta vida en donde ya no me alcanza ni para poder voltear atrás, en donde me queda muy lejos aquel árbol y aquella brisa de mar, no queda más que regresar a ver mis manos gastadas y vacías, pero atrapando gotas de dicha."

viernes, 20 de marzo de 2015

Con pascual

Y es que también es eso. Lo que me cuesta voltear a ver y valorarlo. Ando vivendo lo que quiero, de la forma en que lo quiero y al ritmo en que me lo permito
A veces pienso que me hace falta recordarme a mi mismo que la neta soy libre de hacer lo que quiero y que tengo que disfrutarlo, a pesar de tener que aguantar las deudas, rentas, contratos y resacas
Porque todavía soy (somos) jóvenes y nos podemos dar el lujo de cargarla de una vez en cuando. De eso se trata ¿no? de no permanecer en la misma zona de confort y permitirse seguir probando nuevas cosas

jueves, 12 de marzo de 2015

Y mi sangre se volvió lava, y mis lagrimas fueron devoradas por la rabia. Que la vida da muchas vueltas en espiral, que demora la dicha al verte con alguien más.

lunes, 9 de marzo de 2015

Pensamientos

Confesión del día: Durante varios años, me ha dado por grabar la voz de las personas. A veces sin que lo noten. Una especie de documentación de aquel presente pasado. Y al escuchar de nuevo y pensar que alguna de esas personas ya no me hable o ya no se encuentre viva, me deja un gran, gran silencio. No sé. Es curioso.

En el edificio donde vivo también viven un violinista y un trompetista Mariachi. Es lindo escucharlos practicar a esta hora.

Me llena de dicha saber que cuento con café ilimitado en la oficina. Sólo así puedo sobrevivir a este lunes somnoliento.

When i met you

viernes, 13 de febrero de 2015

Actualizando con Pascual

Yo ando bien. Hoy tuve mi segundo accidente de bici, por la alameda central. Por distraído choqué contra un tubo gigante de metal y salí volando de la bici. Afortunadamente no me pegué en la cabeza ni me pasó nada serio, sólo me duele un poco las costillas izquierdas, pero muy leve. Mi segundo pago es a finales de este mes y ya lo quiero! Quiero pintar mis paredes porque están muy sucias, y comprarme unos nuevos converse porque lo que traigo ya dan pena.

domingo, 1 de febrero de 2015

La era de Isobel

Y yo estaba muy consciente del día que era. Te levantaste temprano para terminar de hacer tus maletas, mientras yo fingía seguir durmiendo. Sigo pensando que hacía esto porque tenía la pequeña fantasía efímera que regresarías de nuevo a seguir durmiendo conmigo. Pero no llegó ese momento.
Y después de un rato, llegaste al cuarto, y dijiste "Ya me voy". Entonces me levanto de rodillas en la cama, de forma en que te puedo abrazar mientras estás parado, y sentir tu pecho. Sentir tu pecho de esa forma, por última vez. Nos dimos un largo beso, y te fuiste. Y por su puesto, yo ya no pude regresar al sueño.

Durante esos días que me quedaron en Tijuana, estuve cuidando tu casa. Que mantuviera con agua las plantas, que la llave del gas se mantuviera cerrada. Y claro, me quedaba más cerca del centro, así que lo utilizaba para estar más rato con mis amigos sin tener que gastar tiempo en transporte hacia mi casa. Además, encontraba placentero estar ahí. Aunque el placer fuera frío por las mañanas.

El último día me costó mucho cerrar tu casa por última vez. Ese mismo día era mi vuelo, viaje sencillo. Y mis padres me llevaron juntos al aeropuerto. No hablé mucho para que no notaran el nudo en mi garganta. Mi despedida con ellos fue bastante simple, abrazo, abrazo, nos vemos pronto. Una vez llegando al pasillo de espera, vuelvo a llorar. Y llorar. Y llorar.  Fue un abismo de emociones.

El día que me fui fue el día que regresaste.




Llevo un mes viviendo en la Cuidad de México. Al día me mudé al centro histórico, y a las dos semanas conseguí mi trabajo. Hace unos días regresé al gimnasio, y por fin tuve mi primer gran pago. Me supo a gloria, y lo gasté en lo que yo quise. Fue muy placentero.
Así que, digamos que me va muy bien. Llego diario al trabajo en bici, y hay café gratis. Mis compañeros son muy amables y el ambiente es muy creativo. A veces salgo, sí, pero por no cuidarme bien perdí mi celular en una de esas noches. Haciéndolo en pocas palabras, estoy haciendo lo que quiero de la forma en que quiero, y me encanta. Gasto mi tiempo en cosas que me gustan, mi trabajo es placentero y el resto del tiempo lo utilizo haciendo ejercicio, leyendo, o limpiando mi cuarto. Todo va bien. ¿Todo va bien?

Por supuesto, la consecuencia de nuestra decisión de hace unos meses. Está pasando. Te extraño, y extraño muchas cosas de nosotros. Extraño abrazarte y cuidarte. Extraño mi cuerpo estando con tu cuerpo. Y la verdad es que, he estado muy solo. Logrando las cosas que siempre quise a esta corta edad, y haciéndolo solo. Qué increíble! Lo logré! Pero...  ¿Porqué tengo tanta nostalgia y porqué tengo tantas ganas de vivir esto contigo?

La era de Isobel. Así le llamo a esta etapa. El momento de volverme a encontrar con mi aislamiento. Isolation.  Pero no hundirme en ella. No hundirme en ella. No hundirme en ella.